viernes, 12 de noviembre de 2010

Tengo ganas de escribir


Nuevamente a pasado mucho tiempo desde la ultima vez que hablamos. Lo siento, pero te he cambiado (solo un poco) por el librito que mi novio me obsequio para plasmar ahí nuestros momentos, para que siempre los recuerdos juntos, se mantengan tangibles en el tiempo. Estos últimos meses, te cuento que han sido unos de los más lindos de mi vida. No sé como explicar lo que se siente por primera vez el poder amar y ser amada. La felicidad de saber que existe en el inmenso mundo una persona que se preocupa de como todos los días amaneces, de decirte que esta para ti las 24 horas del día, que te ama con tus defectos y virtudes, que se emociona y llega hasta las lágrimas con uno por ver una película mamona, quien a pesar de sentirse mal, para demostrarte cuanto te ama, se levanta y te hace el amor.

Sabes, la verdad es que ya nosé como mierda explicarle lo mucho que le agradezco el hecho de que ese hombre haya aparecido en mi vida. Las palabras sobran, mientras escribo y me cuesta ver las teclas porque mis ojos se encuentran enjugados de lágrimas.

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Yo lo amo, de eso si estoy segura. Se nota tanto que no es chileno completamente. Me alegro de que tenga más de ecuatoriano, porque que buenos hombres son. He crecio tanto con el. Como me ha hecho tomarme la vida desde otra perspectiva, como me ha hecho mujer, sí, soy una mujer.

Estoy feliz, pero tengo miedo. Miedo a que de un momento a otro todo se acabe.

Pero hay que tener esperanzas de que estaremos por mucho tiempo. Fuera tan bacán (como dice mi amor) estar por la eternidad juntos. Yo muero por despertarme en sus brazos todos los días, mirando como sus ojos color miel me iluminan al abrir la mañana, probar un beso suyo de buenos días, escuchar su voz diciendome te amo mi amor y oler su cuello con ese olor rico que tiene cuando el sol alumbra.

Hemos vivido tantas cosas ya, que siento que los días, son años con el y espero que se conviertan en mil años a su lado.

Que más puedo decir, yo creo que nada. Solo me queda expresarle a él cuanto lo adoro, darle todo de mi, porque el es el único hombre que se lo merece. Nos encontramos, Dios.

Al fin.

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